viernes, 28 de marzo de 2008

"La vida sale al encuentro".

Seguramente, mi afición a la lectura surgió mientras leía "La vida sale al encuentro" (Martín Vigil).
No sé si realmente existieron Iñaki y Karin, pero muchos nos resistimos a aceptar que sean simples personajes de ficción.

2 comentarios:

HADEX dijo...

Oye!! Que yo tengo mucho sentido del humor eh??? Ja ja ja.....
Verás cuando estudiaba filología tenía una asignatura sobre El Quijote. Era cuatrimestral y árdua, muy intensa....cuando acababas te parecía imposible que Alonso Quijano fuera un personaje de ficción...es tan real, está tan bien definido....es una sensación muy curiosa....bicosssss

Eticaniano dijo...

¡Me alegro de ese buen humor!, que buena falta hace hoy día.
No me extraña que te pareciera real el señor Quijano: es que estudiarlo durante 4 meses es mucho, ¿no? Te sabrás hasta la marca de su reloj (¿o no había relojes todavía?).
Supongo que también hace mucho eso de que esté bien definido y tal. En el caso de Iñaki yo creo que también es porque empatizas en seguida con él y con sus problemas, que al principio son cosas adolescentes por las que, de alguna manera, todos hemos pasado.
Y también tal vez pase cuando el escritor, de alguna manera, se describe a sí mismo, con lo que acierta mejor a hacerlo parecer real.
Bueno, hasta otra. Abrazos (¿cómo es en gallego?)