domingo, 21 de diciembre de 2008

Frío y ausente.

Según se va acercando el fin y principio de año, van produciéndose unas transformaciones curiosas en el ser humano (por ej.: todos queremos lo mejor para los demás, todos nos queremos mucho, todos somos estupendos, todos somos amigos, todos nos ayudamos, todos nos damos la razón,...). Y a mí, cada año más, me da más por apartarme de todo este bullicio (eso sí: sin dejar de salir de casa). O sea que si estoy como un poco ausente, como un poco autista (sin ser discípulo de Aute), espero que se comprenda (aclaro que mi experiencia bloguera por el momento siempre ha sido grata y que algunas cosas se saben sin necesidad de decirlas -aunque convenga decirlas-).