miércoles, 11 de febrero de 2009

La absurda idea que hizo temblar a la economía del Primer Mundo.

La absurda idea que hizo temblar a la economía del Primer Mundo se expresaba por estas tierras así: "Los pisos nunca bajan; como mucho se estabilizan".


Parece ser que en Estados Unidos (según cuenta Leopoldo A.) los banqueros prestaron exageradamente a constructores con la condición de que pusieran como aval ¡ acciones relacionadas con la construcción! (o algo por el estilo), o sea que descartaban por completo que pudiera caer algún día el negocio inmobiliario. No entiendo apenas del asunto, pero parece evidente que más de uno se dejó cegar por la avaricia.


Uno de los refranes que más le oí repetir a mi abuela ("la de abajo" -la otra era "la de arriba", por llamarse igual) es el de que "la avaricia rompe el saco". Yo lo ampliaría: "La avaricia a veces ciega y rompe el saco".


¿Tardaremos mucho en volver a repetir este mismo error u otro parecido? ¿Por qué algunas lecciones las aprendemos a medias y las olvidamos pronto?

2 comentarios:

HADEX dijo...

No, por supuesto que no tardaremos....el hombre es ciego, avariciosos y necio por naturaleza.


Gracias Eticaniano!! Bicos!!

Eticaniano dijo...

No me atrevía yo a decirlo con tanta claridad, pero así es, desgraciadamente. Pero también es verdad que a veces el ser humano ha demostrado grandes cualidades. Lo que no entiendo yo es que después de millones de siglos de evolución sigamos siendo tan primitivos como siempre en las cuestiones importantes. Por ejemplo: en cuestión de egoísmo seguramente seguimos en el mismo nivel que cuando "se necesitaba" ser egoísta para sobrevivir por la escasez de alimentos.
Más bicos.