miércoles, 18 de junio de 2008

Braseros portátiles.


Navalón:

"Se me habían olvidado ya los rigores de los fríos, cuando los pinganillos colgaban de los aleros del tejado, cuando llevábamos a la escuela una lata llena de brasas, atada con un alambre que íbamos volteando por el camino. Han desaparecido los sabañones y el clima se ha suavizado tanto que en el pasado diciembre han florecido las escobas de las laderas como si estuviéramos en el mes de abril. Pero llegó enero [...][y en estos] días de perro invierno, cuando trato de poner en orden los abandonos de 'El Berrocal', he vuelto a tener que recoger leña para hacer una lumbre de urgencia en medio del campo para que no se quedaran helados los pies. Ya ni me acordaba de los crudos inviernos cuando había que ir con una marra a partir el carámbano de las charcas para que pudiera beber el ganado, o cuando tratas de levantar las piedras de un portillo y no las puedes mover porque los hielos las tienen pegadas al suelo. El último día de enero ha sido un martirio de tiritonas y cuando llegábamos a casa echábamos una enorme brazada de escobas y leña menuda para que la gran llamarada de la lumbre nos devolviera el tempero a los cuerpos. Cuando ya casi llegaba la media noche, con las camas llenas de botellas de agua caliente sonó la llamada de [...] Chago Corvo desde La Fregeneda en uno de esos arranques de nostalgia, al cabo de tantos años sin vernos. Le prometo ir a verlo en cuanto temple el tiempo. Hacemos un largo repaso de las aventuras pasadas [...]. De los quintos del pueblo sólo quedamos tres, ¡qué poquitos años nos quedan Chaguito! ¡Disfrútalos!."

martes, 17 de junio de 2008

Diversificar.

Ratón que sólo conoce un agujero, pronto lo coge el gato. Todo puede fallar. Por eso conviene no depender de una sola cosa: ni de una sola fuente de energía, ni de una sola fuente de bebida y comida, ni de un solo medio de transporte, ni de una única relación sentimantal (eso sí: con la verdad siempre por delante: un corazón ágil da para querer a muchos y muchas a la vez),...

lunes, 16 de junio de 2008

La belleza interna traspasa la piel.

Tenía un profesor yo que el primer día de clase me pareció bastante feo. Pero resultó ser tan majo como persona que al final del curso ya me parecía hasta guapo (aunque no entiendo mucho de estética masculina).

En el insti teníamos una compañera de clase preciosa: a casi todos nos empezó a gustar desde el primer día que la vimos (tal vez también a un profe, que la sacaba mucho a leer). Ella en seguida se dio cuenta, y a los 2 meses empezó a resultar un poco antipática, chulina,... A algunos empezó entonces a gustarnos otra, mucho más simpática y agradable, aunque no tan guapa.

Moraleja: si mejoras tu interior, te verán más atractivo (-a).

miércoles, 11 de junio de 2008

Ley del todo o nada.

Nos cuesta ver los grises. Tendemos a ver las cosas o blancas o negras. Ej.: si la tele en blanco y negro fuera realmente sólo en blanco y negro, en las imágenes nocturnas no se vería nada.

"Bi."

Todos somos bisexuales. Pero para simplificar utilizamos lo de hetero, homo,..., según las preferencias. Ejemplo: yo soy 97,9 por ciento hetero, pero cuando me tocó convivir con chicos sin apenas ver una cara femenina, me bajó la cosa al 95 por ciento (son cifras aproximadas, evidentemente). Nadie es 100 por cien (la naturaleza es variada). A una amiga lesbiana le pregunté por su porcentaje de homo y dijo que sobre el 80 por ciento, ya que alguna vez le había gustado algún chico (y sabía que en cualquier momento podía volver a gustarle otro).

Chistes contra el otro sexo.

1.

Los hombres son como las monedas falsas, que pasan de mano en mano y la más tonta se las queda.

2.

-Pepa, promete que cuando me muera te casarás con Antonio.
-¡Pero si es tu peor enemigo!.
-¡Pues por eso: que se joda!.

3.

Algunos matrimonios terminan bien; los otros duran toda la vida.

martes, 10 de junio de 2008

África.

Leo por ahí que "África emerge" (aunque "no de forma homogénea"). No es de extrañar. A África vamos a tener que ir a buscar ( ya estamos yendo) muchas cosas que estamos agotando por aquí. Y si los africanos consiguen unirse de verdad para hacer buenos trueques con sus productos, tal vez pronto conozcamos igual de bien los nombres de las capitales de los países africanos como los de las de Portugal, Alemania, Holanda, Islandia,...

Otro mensaje (de periódico universitario).

"CADA LUNES:
...esperaba como agua en Mayo, recoger el Tribuna y leer cada uno de los náufragos de amor. Me encantaba formar parte durante unos segundos de una historia, donde ese sentimiento tan intenso, se demostraba en unas pocas líneas. Hace un tiempo, me encantaba ver una y otra vez, esas películas románticas donde el amor siempre triunfaba por encima de todo y de todos. Era una romántica empedernida. Pero la realidad no es así, tan bonita como la pintan en el cine o en la literatura. El amor existe, está ahí, y como dice mi amiga, es de las cosas mejores de la vida; pero no todo es de color de rosa. Sufres, lloras, gritas de rabia... Pero el otro día, viendo mi película favorita, comprendí que yo misma había cambiado... me convertí en una persona tan racional... y de repente me di cuenta de que en el fondo no soy así. A pesar de las veces que te he hecho daño diciéndote frases muy duras, con esto quiero demostrarte que te quiero, [...] que eres una de las personas más importantes de mi vida y que no quiero que eso cambie (por lo menos de momento) [...].

Anónimo".

La fuerza de la razón.

"Aquel día había cumplido yo los quince años.
[...]
Pues aquella tarde estaba yo todo tranquilo, charlando en recreo, junto al chalet de la División, cuando vino volando hacia mí Nano, el hijo del director de la Escuela Naval, que es incondicional nuestro, y me dice todo apurado:
-¡Se están metiendo con Cheché unos de Quinto!
-¿Dónde? -le apremié yo, zarandeándolo.
-En el campo de la Segunda.
¡Hay que ver a qué marcha salí yo de allí! Según llegaba corriendo, ya abarqué la situación de un golpe de vista. Tres idiotas de la Segunda División (yo para entonces ya estaba en la Primera) se pasaban uno a otro, por el aire, el bastón de mi hermano; y el pobre Cheché, a la pata coja, pretendiendo recuperarlo.
No me vieron llegar. Caí como un tigre sobre el primero, y volviéndolo de un tirón de izquierda, le encajé, en corto, un directo al ojo [...]. Me fui entonces a los otros [...]. Ellos se las piraban a vela llena, [...]."

(De "La vida sale al encuentro" -Vigil-).