sábado, 26 de abril de 2008

Igualdad de género.

No pensé que estuvieran tan relacionados estos 2 libros, aunque sí que noté bastantes parecidos: resulta que la novela está inspirada en el ensayo.
No estaría de más que en la escuela se colocara un monumento con todas las páginas de "Un sexo llamado débil" (Martín Vigil). Y en el insti, lo mismo con "El segundo sexo" (Simone de Beauvoir).

Entrada 50.

Un largo viaje empieza con un pequeño paso. El primer paso para llegar a esta entrada 50 fue dentro de una carpa donde una agradable rubita explicaba en una hora lo más básico de Internet. Pidió el nombre de una población para buscar en Google y, como nadie decía nada (a la vez que aquello parecía un gallinero), le propuse uno que le resultó un poco lioso (lógico), y decidió cambiarlo por otro más sencillo ( que por un casual fue a ser el nombre de la cabecera de comarca de mi pueblo). Más tarde probé yo a poner, junto a Google, "Echterdingen", y, como por arte de magia, apareció un lejano tejado amigo. Alguna pequeña ayuda más, y descubro que lo mío es un blog (haciendo que otras prioridades pasen a un 2º plano). Ya se sabe que una pequeña bola de nieve rodando por la pendiente... Y así te vas encontrando con estupendos compañeros de viaje que hacen que olvides tu lugar de destino (aunque sabes que, como dicen los Módulos, "Todo tiene su fin").

Entrada-puente.

Esta entrada tiene como único objetivo dar paso a la siguiente.

miércoles, 23 de abril de 2008

La comunera.

Los libros de Historia escritos a lapicero cuesta a veces leerlos: se han ido borrando con el tiempo, y "sin querer", algunas palabras, hechos, nombres femeninos,...
No sé si el nombre de María Pacheco debiera resaltar más, pero hay otros nombres que no me explico por qué están escritos con tinta indeleble.

"Común es el sol y el viento, común ha de ser la tierra... "(algo así cantan Nuevo Mester de Juglaría).

jueves, 17 de abril de 2008

"Objetivos del milenio".

En algunos lugares y épocas era costumbre llegar a la casa del vecino que se había quedado con pocos recursos y dejar encima de la mesa 100.000 pesetas con la siguiente explicación: "Si algún día puedes, nos lo devuelves; si no, da igual". La solidaridad era mutua, evidentemente.
Una costumbre que a todos nos vendría muy bien a la larga sería la de ir a la casa del país pobre a dejar sobre su mesa lo que sobra en la casa de los otros países.

sábado, 12 de abril de 2008

Miradas que hablan.

Se podría decir que colecciono mensajes (los que me llaman la atención por algún motivo) de un periódico universitario.
Un ejemplo:

"PARA EL CHICO DEL AUTOBÚS.

Porque para mí aquel fue un día muy tiste, y sólo con miradas te lo conté todo, sin hablar. Y sé que si hubiese hablado contigo seguramente me hubieses ayudado mucho. Ya me ayudaste sólo con mirarme así durante tanto tiempo y aunque nunca llegue a conocerte ni vuelva a verte nunca se me olvidará tu cara ni tu mirada, porque aunque no lo sepas ayudaste mucho a que me sintiese mejor. Quería despertar de una pesadilla. Abrí los ojos y te vi a ti, y supe que [...][casi todo tiene solución]. Aunque nunca llegues a saberlo, ¡gracias!

La triste chica del móvil."

domingo, 6 de abril de 2008

Correspondencia privada para todos los públicos.

Iba a plantearlo como un dilema ético, pero es que no es ningún dilema ético. Es más que evidente que, mientras no den permiso sus dueños, la correspondencia privada no puede hacerse pública. Y menos todavía si han muerto, ya que no pueden defenderse.
Otra cosa es el asunto de si conservar o no cartas de familiares o amigos que han quedado por ahí perdidas. Soy partidario de no destruirlas. Entre otros motivos, porque podría necesitarse algún día abrirlas (con "orden de registro") para aclarar algún tema super-importantísimo.
Dice Javier Marías: "Se me van pidiendo las cartas que me escribió Juan Benet, por ejemplo, y mis hermanos y yo hemos encontrado la correspondencia de Ortega y Gasset no sólo con nuestro padre, sino -y es tal vez la más curiosa- con nuestra madre. Ni él ni ella la destruyeron, evidentemente, y ahora nos tocaría decidir a nosotros si la hacemos desaparecer para siempre o sólo durante un tiempo."